El Jesús de la historia y los orígenes del cristianismo
Rafael Aguirre
(Encuentro de Curas en la Opción por los pobres
19 y 20 de agosto 2008; apuntes tomados de las charlas)
Al hablar de Jesús miramos para atrás porque queremos mirar para adelante. Se dice que cada 6 horas se escribe un libro sobre Jesús..
El Jesús histórico:
En el s.XVIII, la ilustración comienza la “old quest, la vieja pregunta) que acaba con A. Schweitzer con el diagnóstico: “no se puede hacer una vida de Jesús porque lo que se manifiesta es el autor. Jesús es un apocalíptico que anuncia un Reino por venir. Luego vino R. Bultmann: los evangelios son de la comunidad cristiana y apenas podemos conocer a Jesús porque son una obra de fe. Pero no interesa, porque lo que importa es la fe; Jesús es un presupuesto de la fe cristiana. En 1953 surge una nueva pregunta (second quest): en los Evangelios tenemos que encontrar algún fundamento de la fe cristológica de la comunidad; sino, sería un mito de la comunidad pospascual.El libro característico de este tiempo es Jesús de Nazareth, de G. Bornkamm. En 1985 se plantea una nueva forma de abordar la cuestión, la tercera pregunta (third quest), el libro generador es de Sanders, Jesús y el judaísmo, es una reacción contra el escepticismo. Se procura ubicarlo en el judaísmo de su tiempo, y en el contexto social, político, económico... La insistencia en que era un judío tiene que ver con que se lo había desubicado de ese marco señalando como propio (1) que le pertenece lo que es ruptura con el judaísmo; (2) lo que denota conflicto con los judíos (especialmente EvJn), (3) es fundador de una institución distinta del judaísmo. Pero Jesús no pretendió fundar una institución distinta del judaísmo. En el judaísmo del s. Iº hay muchas diferencias, sean estas dadas por las regiones: Judea, Galilea, la Diáspora... e incluso dentro de la misma Palestina hay diferentes movimientos populares. El momento clave es el año 70 en el que sólo quedarán dos lineas: el fariseismo y los cristianos. La triunfante será la linea farisea, que elabora la Misna, el Talmud y así queda hasta hoy. Los contemporáneos estudios sobre Jesús provienen mayoritariamente del mundo anglosajón; no necesariamente del mundo teológico (p.e. J. D. Crossan); el objetivo no es el debate teológico y académico sino “vender libros”. Hay también muchos autores judíos interesados en la obra de Jesús, el más conocido es G. Vermes. Hay, además, mucho aporte nuevo de la arqueología (por ejemplo, la piedra del templo de Herodes se calcula en 240 toneladas).
Jesús aparece como un profeta que proclama el Reino de Dios ¿por qué elige eso? No habla de la nueva alianza, del nuevo mundo, del nuevo éxodo, sino del Reino. De ese modo, privilegia las relaciones humanas. Es una palabra que nace del ambiente político, pero es ambigua (también decir “Dios” lo es). El tema ha servido para las cosas más disímiles. Pero, ¿cómo lo usa Jesús? Su contexto es el campesinado galileo. ¿Cómo se usaba la categoría “rey” aplicado a Dios? (1) se decía que Dios es rey en la creación, por eso es creador; (2) se aceptaba el reino si se aceptaba el “yugo” de la ley, y también (3) en los momentos de máxima opresión (Babilonia, los seléucidas), cuando el pueblo se encuentra sometido. Así aparecen el deutero-Isaías y Daniel. En Is 52,7 (“los pies del mensajero”) se pretende animar al pueblo que está en la cautividad, animar la resistencia y la esperanza. En Dn 2 y 7 se presenta un monstruo terrible y poderosísimo, y una piedrecita, “sin intervención de mano humana” se desprende y desmorona al monstruo. ¿Qué es esto? El monstruo son los imperios que oprimieron a Israel y la piedrecita es el Reino de Dios. El apocalipsis recurre a las imágenes simbólicas para alentar la esperanza. Jesús empalma con estos dos profetas, y dice que el reino está presente. Por eso es Buena Noticia (Mc 1,14-15). En Lc 7 y Mt 11: eres el que ha de venir? Digan a Juan lo que han visto y oyen; Mt 17,20ss: danos un signo. Ya está presente pero tiene su plenitud en un futuro próximo (esta segunda parte es lo que niega el Jesus Seminar). Es innegable una dimensión futura, una plenitud que no es una catástrofe sino un cambio de la historia. Jesús espera que Dios intervenga para cambiar la historia, Jesús no es un apocalíptico. Y no hay contradicción entre el presente y el futuro, porque está presente debemos aguardarlo; se ve presente en cosas insignificantes, pequeñas. Jesús no responde a otras imágenes (como por ejemplo de los Salmos de Salomón), sino con el grano de mostaza, o la levadura que distorsiona, o el tesoro en el campo.
En la experiencia religiosa hay um momento esencial de la gratuidad: recepción, acogida, celebración, sorpresa... No se habla de construir el reino sino de recibirlo. Sí de construir la Iglesia, la comunidad... Jesús es muy bien recibido, hace bien; y responde a la gente y sus necesidades: “oyendo lo que hacía” (Mc 3), “la fama” de Jesús. Las mujeres son grandes transmisoras de las noticias (por ejemplo en los pozos de agua), los varones en las puertas de las ciudades. A Jesús la gente lo busca siempre, y si no lo detienen es por la gente. Hay un eco popular de Jesús (si creían o no es otra cosa; veían que hacía cosas buenas; su cercanía con los pobres). Eso debería pasar con la Iglesia. Herodes, gran constructor, hacía muy dura la vida de los campesinos con los impuestos (hace un templo a YHWH en Jerusalén y otro a Cesar en Cesarea... recordar el peso de la piedra); el templo, además, era lugar del cobro de impuestos... Jesús no era un celote (en su tiempo no habían movimientos armados), pero sonaba muy mal a los oídos romanos (Lc 23,1s). Él nunca contesta a las 30 preguntas que le hacen en los evangelios: “Dios es todo, por eso devuelvan a Dios lo que es de Dios”, es dar todo. El reino de Dios es inseparable del pueblo de Dios, ni es individual, ni es universal, sino que se dirige al pueblo de Israel. Jesús es un profeta, pero es también un maestro, enseña con una autoridad que impresiona (no puede mostrar títulos, porque no los tiene [¿de dónde le viene?], su autoridad es carismática). Es importante preguntarnos por la experiencia religiosa de Jesús; él tiene una experiencia de Dios, ve y valora la realidad desde su experiencia de Dios, es contra-cultural. Jesús no huye de la realidad como el Bautista o los esenios de Qumrán, él va hacia la realidad; no va a las ciudades, está con los campesinos, enseña a reaccionar contra la realidad que les venía impuesta a los campesinos; propone valores alternativos (p.e., la riqueza no es signo de la bendición de Dios, el patriarcalismo, la familia, los niños), la no-violencia y el amor a los enemigos (la forma más gratuita y desinteresada del amor que nos identifica con Dios que es amor. Eso es lo contracultural). Es una iniciativa social sobre un horizonte nuevo que parte de la experiencia religiosa de Jesús. Jesús no llama a Dios “rey” (a pesar de anunciar el Reino) la forma es la fraternidad del abbá. ¿De qué Dios habla? Una perspectiva de cambio, pero no de una utopía; habla del futuro con sobriedad. La misericordia invita a ver la realidad desde el otro lado; fomenta una experiencia de Dios, no del Dios de la interioridad sino que te hace reaccionar al dolor, con lo que visibiliza el Reino de Dios con esperanza y resistencia pero sin crispación.
Hay diferentes tradiciones sobre los hechos de Jesús. Hay cosas más “controladas”, como las tradiciones que se transmiten (1 Cor 11; 15); otras, pasadas por los discípulos de Jesús, la semejanza en las palabras es mayor que la semejanza en los hechos de Jesús. Hay también tradiciones populares en torno a Jesús en la voz del pueblo, que no se controlaban, y había un mayor margen de añadiduras. Por ejemplo, sobre los milagros se proyectó más la fe pascual que sobre las palabras. Hay tres tipos de milagros: (1) sanaciones y exorcismos. Jesús fue un sanador popular. La medicina oficial era escasa y sólo para los adinerados. (2) Hay también milagros sobre la naturaleza que están más teologizados (la tempestad calmada, la multiplicación de los panes, caminar sobre las aguas...). (3) en EvJn la teologización es todavía mayor. Sería incorrecto hacer de Jesús un mero profeta o maestro. Los milagros se realizan en un ambiente religioso o de confianza, no son apologéticos (Jesús se niega a dar un signo), no hay milagros punituivos, para castigar a alguien (la higuera que se seca en Mt/Mc refiere a la infecundidad del pueblo). Los milagros son signos del reino de Dios, son expresión de la misericordia de Jesús. Muchas veces el milagro aparece con esta palabra (“compasión”: el hijo de la viuda, el leproso, los panes...), la misericordia es lo que mueve a Jesús, no actúa por capricho.
El reino es “de Dios”, hay que acogerlo, pero también dejarlo fructificar. Son signo de vida, de misericordia.
Los exorcismos son importantes y numerosos; son signo de la llegada del reino de Dios. El estudio de los exorcismos se ha renovado con los aportes de la antropología cultural. Es claro que Jesús realizó exorcismos. A diferencia de los milagros, donde hay tendencia a que crezcan (cada vez parecen más, y más importantes), los exorcismos tienden a disminuir (no los hay en el EvJn). Se hacen a personas vulnerables (mujeres y niños), en un ambiente muy opresor. Ellas, sólo cuando daban a luz un hijo varón tenían algún peso. Ellas son las beneficiadas por los exorcismos. También los hay a varones, en lugares públicos y privados, por ejemplo Gerasa (contexto geográfico y político) y hay también alusiones genéricas a que Jesús los realizaba. Son los que reconocen a Jesús. Se parte de un presupuesto: la creencia en espíritus intermedios; daimonia es una figura personalizada que podían controlar la existencia. En las sociedades hay estados alterados de conciencia, fenómenos de enajenación en los que se pierde el control, hay trances, pérdida de conciencia, que se atribuyen a los espíritus en los que la persona no tiene control ni responsabilidad (cosa que también hoy se da en varios lugares). Afecta a personas vulnerables en situaciones de dificultado social, familiar, En toda sociedad hay normas de pureza que distinguen a los de dentro de los de fuera del grupo, que sirven para que se purifiquen, regulen los tiempos de pertenencia. Hay lugares puros y más puros, personas puras y menos puras, situaciones, alimentos, comportamientos puros o impuros.
Una antropóloga, Mary Douglas dice que hay relación entre el cuerpo individual y el cuerpo social. Los cuerpos sociales muy duros (como el ejército) lo reflejan en los cuerpos individuales. Si se controlan las puertas del cuerpo social, también se controlan los orificios del cuerpo individual (alimentos y sexo). A veces surgen protestas ante tanta rigidez, y así aparecen el vandalismo, o las posesiones; la agresividad se dirige contra uno mismo, una protesta ante la agresión. Funciona como válvulas de escape de la sociedad que los “etiquetará” según la cultura.
Vemos que Jesús libera de los espíritus impuros; una persona con autoridad moral, crítica, misericordiosa, libre ante las normas de pureza, un mensaje liberador que ofrece un valor alternativo frente a los vigentes. La liberación es una recuperación de la identidad, sin reinsertarlo en el mismo orden social sino liberándolos del constreñimiento del orden social o familiar. El comportamiento alterado (p.e. Gerasa) es un estigmatizado. Por eso es acusación contra Jesús que actúa con el poder de Beelzebul. La liberación recupera a los que el sistema estigmatiza recumerándolos, ofreciéndoles una alternativa a la causa del mal. Es una subversión social (el Talmud presenta esto como la causa de la cruz de Jesús); las autoridades lo acusan, y los sencillos se preguntan si será el hijo de Dios.
Jesús practicó exorcismos. En el s. Iº se creía en los daimones, los estados alterados de conciencia. (Estas situaciones agudas-transitorias eran tan comunes como “tomar una aspirina”, según afirma un antropólogo de los EEUU). Esto parece más fácil de entender para un antropólogo agnóstico que para un teólogo. ¿Qué significan hoy? En su contexto, ponen de manifiesto el sentido liberador de los gestos y palabras de Jesús. Su estigmatización puede ser un lugar donde surja una alternativa. No aspires a poder, riqueza, sino a una sociedad alternativa. Esto es clave para entender su actitud ante el honor, el servicio, las bienaventuranzas...
- Karris dice que “a Jesús lo mataron por el modo en que comía”. Algunas comidas causan escándalo (Lc 7,33-34; Mc 2...), lo acusan de “comilón y borracho” (Lc 15; 19...). En toda cultura hay normas: qué, cómo, cuándo, con quién se come... La comida es uno de los rasgos significativos de la cultura (tanto como la lengua), un ejemplo es la comida kosher. Si quieres conocer un grupo, observa cómo come. ¿cómo se coloca la gente?, qué protocolo...En el judaísmo, las normas son importantísimas; las hay de todo tipo, el 66% de las normas de la misna y el talmud son alimenticias. Lo que está en juego es la identidad del grupo. El movimiento de Jesús tiene un carácter inclusivo, es un movimiento de renovación intrajudía, pero a diferencia de otros movimientos de renovación, como los fariseos, es de inclusión (los movimientos de renovación suelen ser exclusivistas). Jesús busca incluir a los tenidos en menos, a los rechazados. Eso está ligado a la experiencia de Dios que Jesús tiene. En las comidas se refleja el orden social. Es en las sobremesas donde hay más acciones de Jesús que cuestiona todo (p.e Lc 7, casa de Simón), Jesús acepta la cercanía de la mujer, pero también intenta que el fariseo comprenda; en 7,35-54 (principales fariseos), la pureza es que dan lo que está dentro de los platos, no que limpian lo de fuera; es compartir el plato. Es subversivo. También en Lc 15, insiste en lo mismo, en la misericordia. En c.14 buscan el honor del primer puesto, e invitan a los que pueden devolver el favor. En Lc 19, Zaqueo (tiene curiosidad por ver a Jesús, como también la tiene Herodes, pero este por diversión) el libre Jesús va a “casa de un pecador”. También come con sus discípulos. Lc 22,34: ¿quién es el mayor? Esto en el contexto de un banquete. Finalmente, en 12,35-37, el amo los servirá; es un Dios que quiere dar. Es un banquete que subvierte todo lo establecido, es una revolución, subvierte todos los valores.
Los discípulos se siguieron reuniendo en comunidad donde recordaban la presencia; también Jesús come con los discípulos en las apariciones: “somos los que comimos y bebimos”, “al partir el pan” (Hch 2,42). La comunidad es comunidad de memoria, re-cordar (lo que pasa por el corazón), re-membrar (son miembros de un mismo cuerpo). Esto es el centro de la ekklesia expresada en los valores alternativos del Reino de Dios. La esencia de los cristianos es “comer en común” (synesthein); compartir la mesa es compartir la vida, sólo es posible si se descubrió algo nuevo. Es la experiencia de Dios que a Jesús lo mueve y promueve.
Los orígenes del cristianismo.
El tema es de gran actualidad. (1) Después de preguntarse por Jesús vino la pregunta siguiente: ¿qué ocurre luego? (2) Además, conocer mejor el judaísmo permite conocer mejor el cristianismo como “secta” dentro del judaísmo; la separación fue lenta y conflictiva. (3) Además, los apócrifos, amplios y variados aportan mucho para conocer el cristianismo primitivo: no aportan mucho para conocer a Jesús, pero sí bastante para conocer las comunidades, sean los evangelios judeocristianos (los conocemos por citas: evangelios de los ebionitas, de los hebreos de los nazarenos) que fueron quedando marginados y su literatura se perdió; evangelios de la infancia (como de Santiago y el pseudo-Tomás) que influyeron en la religiosidad popular; apócrifos sobre la pasión, en especial el de Pedro (se sabía de su existencia, y se encontró en Egipto a fines del s. XIX), otros son los Hechos de los apóstoles apócrifos, de comunidades del s. II y III en especial de Asia menor. Un tercer grupo son los escritos de Nag Hammadi (en el desierto de Egipto, 1948), escritos en copto, pero seguramente con originales más antiguos no en copto. Reflejan un cristianismo gnóstico, son los evangelios de Tomás, Felipe, de la Verdad y de los Egipcios. (4) Influyó también lo que podemos llamar el “síndrome de la lechuza”, ave nocturna. Es como decir, estamos ante la próxima desaparición del cristianismo, en su crepúsculo. Estudiémoslo antes que desaparezca. (5) Es un estudio interdisciplinar. La antropología cultural ayuda a evitar el etnocentrismo y el anacronismo. La sociología presenta un problema, ¿es lícito usar una ciencia de la modernidad para analizar culturas pre-industriales donde no se puede hacer análisis de campo? Ayuda a plantear preguntas que no se ocurren en otros ambientes. (6) Resalta la importancia cultural de la memoria. Lugo rescata la memoria, hay legislación para rescatar la memoria; ver el cristianismo primitivo pone en juego el presente y el futuro de la Iglesia.
Todo grupo social tiende a mitificar sus orígenes, es característico de los nacionalismos, o las órdenes religiosas mitificando los momentos fundacionales, del fundador, los compañeros, los escritos... Esto cumple una función que sirve para mitificar y fundar la identidad. Hechos es una idealización y simplificado, elimina los conflictos que conocemos por Pablo (conflicto con Pedro, la colecta...), el Pablo de Hechos es de la segunda o tercera generación, más pulido, amigo de Pedro... Pablo se separa de Bernabé, ¿no será un acontecimiento de mayor envergadura, que Lucas suaviza? ¿no fue una diferente manera de entender la misión?
Es fundamental conocer a Eusebio de Cesarea, el primer “intelectual orgánico” de Constantino. En su Historia Eclesiástica, recopila unos 250 textos de autores antiguos cuyas obras de han perdido. Presenta una visión de la Historia de la Iglesia que ha perdurado: armonía, claridad doctrinal que a la muerte de los Apóstoles se fue debilitando por las herejías y las discordias. En los inicios suele haber un entusiasmo mayor, y se toman decisiones fundamentales, pero fuera de esto, pareciera que todo lo que vino después fue decadencia e infidelidad. Eso es simplista, y además alimenta fundamentalismos. En 1934 Ch. Bauer ha marcado un hito con su Ortodoxia y herejía en el cristianismo primitivo. Dice que había una gran diversidad en el cristianismo, Armenia, Partia, Roma, Alejandría... y que poco a poco una linea se fue erigiendo en la ortodoxa cuando antes había “varias heterodoxias”. Bauer replanteó la mirada sobre los origenes e introdujo la mirada crítica. Hubo diferentes miradas, la judeo cristiana, la paulina, la la sinóptica, la gnóstica... y se fue imponiendo la apertura, la aceptación de las diferencias, de extenderse, adaptarse a la crisis, una “proto-ortodoxia”. Otras fueron quedando marginadas como el judeo-cristianismo más radicalizado y la gnosis.
El estudio de la historia representa un reto para la Iglesia y su fe. La ciencia tiene sus normas y esto debe tenerse en cuenta. Lo primero es valorar los datos; no es una ciencia exacta, los datos son limitados, por ejemplo, se ha silenciado a la mujer, a los pobres, eso hoy lo investiga también la arqueología. El conocimiento histórico es limitado; pero debe hacerse lo más seriamente posible porque tiene incidencias en el presente (p.e. el Código Da Vinci, la jerarcolatría). Si vemos el pasado como resultado de un complejo devenir, podría haber sido distinto, eso nos da una mayor flexibilidad (la visión del pasado ayuda a mirar el presente y proyectar el futuro). En el estudio del pasado nos jugamos el presente y el futuro.
¿De qué período hablamos? Desde los inicios hasta la fijación de los textos sagrados (Ireneo). Al principio, las “sagradas escrituras” son las hebreas; cuando hay escrituras sagradas ya hay identidad propia (es distinto de “canon”,, de esto recién podemos hablar en el s. IV). Plinio, Tácito y Suetonio se refieren al cristianismo como “superstitio”, que “se extiende por contagio”. Para los romanos, la susperstitio es lo contrario a la religio. La religio es una virtud cívica, del buen ciudadano, los cultos, la teología imperial; la superstitio, en cambio, es lo quer sale de ese marco, lo que sobra, molesta al buen ciudadano. Son comportamientos socialmente inadecuados. Tertuliano será el primero que hablará del cristianismo como religio.
Hay textos que la comunidad cristiana ha puesto en boca de Jesús, que son proyección de su propia reflexión (como Mt 28; 16...). Jesús pretendió renovar al pueblo de Israel, y se va formando un grupo que va viendo su propiedad, se dan un modo de oración, de organización... El cristianismo es una secta escatológica con tensión y organización. Tras la pascua se produce un fenómeno conflictivo al abrirse a los paganos; esto fue lo que los diferenció del resto de los judíos (interesante que GS 5 no dice que Jesús “fundó” la Iglesia). Descubrimos la complejidad de los orígenes y el creyente descubre la presencia de Dios, lo que implica una mayor flexibilidad ante las doctrinas y la institucionalización. Es bueno darse una normatividad, pero ¿dónde se legitima esta? La referencia a Jesús es fundamental, pero no implica más. La cosa no es si Jesús fundó la Iglesia sino cómo la Iglesia puede fundarse en Jesús.
El cristianismo primitivo fue amplio y permitió una unidad y pluralidad (como Gálatas y Santiago); la proto-ortodoxia recogió la diferencia y la diversidad.
Veamos algunos rasgos. Podemos tener en cuenta 4 generaciones (ver al final un esquema de esto): [1] De la muerte de Jesús a la caída de Roma (Forming), una etapa expansiva, entusiasta (30-70). [2] De la destrucción del Templo a fines del N.T. (Storming), etapa de tensiones, la herencia de Jesús, la oposición de la sinagoga (70-110). [3] El reconocimiento de algunos escritos como Sagrada Escritura, el reconocimiento y la marginación de algunos. La institucionalización (Norming) (110-150). [4] Finalmente, la ruptura definitiva con el judaísmo (Performing), un cristianismo adulto frente al mundo (150-190).
Primera generación: Es una etapa oscura. Leído críticamente podemos usar Hch como fuente; podemos ver las primeras comunidades con una mirada crítica, y el testimonio de Pablo. Hay discípulos en Galilea que podemos detectar en los Sinópticos (p.e. Q), también en Jerusalén, así se ve un antiguo relato de la pasión que se ubica en Jerusalén. En Hch 2, los primeros cristianos estaban unidos en la enseñanza y la koinônía, la fracción del pan y la oración. Hay comunión de bienes, todo está en común; hay unidad de fe y lo restante. En la sinagoga había un reparto semanal de alimentos (diario si era necesario) para los pobres; en Qumrán ocurre lo mismo, de allí que es posible que ocurriera algo semejante en el cristianismo primitivo que se veía a sí mismo como embrión del Israel escatológico. Las comunidades cristianas de Jerusalén estaban cerca de las comunidades esenias de la ciudad (como dice la arqueología); hay cristianos hebreos y cristianos helenistas (Hch 6). ¿Qué hacen los Doce ante lo de los helenistas? Eligen 7 que tengan responsabilidad sobre ellos; los 7 parecen tener sobre los helenistas las mismas responsabilidades que los 12 sobre los hebreos. Hay luego una persecución que afecta sólo a los helenistas; los 12 son un grupo con una función simbólica y ellos siguen con la misma función de Jesús: reunir a Israel. En el 42, Herodes Agripa mata a Santiago de Zebedeo; parece que va surgiendo un nacionalismo judío, y Pedro debe abandonar Jerusalén. Queda Santiago, el hermano del Señor, con lo que la comunidad refuerza su carácter judío y se vuelve más dinástico. En el 70, los cristianos no participan de la guerra y van a Transjordania (a Pella, según dice Eusebio). En 135 Adriano destruye totalmente la ciudad y expulsa a los judíos definitivamente. La comunidad de la ciudad que la reemplaza, Aelia Capitolina, es totalmente gentil.
Los helenistas fueron expulsados de Jerusalén; van a Samaría y llegan a Antioquía (11,19); en 13,15 dice que había líderes de la comunidad, profetas y doctores (más carismático); en cambio, con Santiago, en Jerusalén hay presbíteros (al modo judío). Desde Antioquía comienza la misión por el Mediterráneo. En las sinagogas había gentiles que se habían acercado al judaísmo, algunos convertidos (prosélitos) y otros no (los temerosos de Dios). Estos son los primeros que aceptan la fe cristiana. Hay ahora dos centros: Jerusalén y Antioquía. Acá surge la persona de Pablo que fue el que impulsó y justificó teológicamente la misión a los gentiles. ¿En qué consiste el lugar de Pablo en los orígenes del cristianismo? Pablo fue muy discutido (ayer y hoy). Pablo es un misionero con enorme creatividad, tiene un descubrimiento de Jesucristo que lo cambia radicalmente: propone un cristianismo urbano, ya no campesino, como Jesús (en las ciudades se hablaba griego, no la lengua propia como se hablaba en los ambientes rurales). Desde Alejandro, el Mediterráneo comienza a crecer en urbanismo; había calzadas romanas por todas partes. Así como hay mares que dividen (como el Cantábrico), hay mares que unes. El Mediterráneo es uno de ellos, de allí que se hable de “cultura mediterránea”. Hay tres factores a tener en cuenta: la fe judía, la cultura griega y la urbanización romana. Las comunidades de Pablo son heterogéneas, , hay pobres (la mayoría), y gente con recursos sociales (Erasto, Gayo, Aquila y Priscila tienen movilidad social; Lidia es judía, rica comerciante de Tiatira) y el universalismo (sin imponer la circuncisión). Por tanto, son comunidades complejas. Al hablar tanto de la unidad, no implica que sean monolíticas, son heterogéneas y mestizas. Crear comunidades con tanta heterogeneidad es expresión de la creatividad del cristianismo primitivo. Pablo va más allá de la letra de Jesús. Jesús había promovido un movimiento inclusivo (de allí el escándalo), Pablo va más allá, va a los más impuros de todos: los paganos. Pero en la misma linea: la misericordia frente a la pureza. Establece iglesias domésticas: la casa (patriarcal) es donde se establece la comunidad sobre la base de la cultura greco-romana. También puede pasar que la estructura de la casa afecte las comunidades cristianas. Pablo es, finalmente, un teólogo. Hay que vincular su experiencia misionera y su reflexión. Nace de la experiencia religiosa y su vocación misionera, con lo que proclama la libertad: ni judío, si griego, ni esclavo ni... (Ga 3,28). A veces hace concesiones pero en lo de “judío y griego” no cede: la salvación de Dios en Jesús es gratuita para todos los seres humanos. La justificación viene de la fe. También Pablo tiene una reivindicación de la cruz. En 1 Cor 1-4, en Corinto, hay diferentes problemas, pero Pablo empieza reivindicando la cruz. Aceptar un Mesías muerto implica una mirada totalmente diferente, al aceptar la cruz aceptamos la revolución de los valores. Esto es una auténtica locura, pero es reconocer que Dios actúa en la debilidad de la cruz.
Vimos dos Iglesias diferentes, la judeocristiana más estricta, con Santiago y con presbíteros, no misionera, centrípeta, y la de Antioquía, abierta, no judaizante, con profetas, centrífuga. ¿Cómo se entienden las dos Iglesias? La Asamblea de Jerusalén, se dan la mano en señal de comunión. Eso no implica que cambien de opinión, pero sí aceptan a la otra como comunidad. El conflicto se plantea en Antioquía que venía del cristianismo paulino; Pedro entra en duda y para Pablo así se pone en duda su cristianismo. Pablo parece perder, acá quizás viene el comunicado de la Iglesia de Jerusalén sobre la convivencia con los paganos (Hch 15,22-29).
Segunda generación: ¿Cómo pudo ser ese proceso? Hay hebreos (Santiago, Pedro), helenistas (Pablo, Bernabé). En la segunda generación hay 4 grandes tradiciones. (1) judeo-cristianismo (2) un cristianismo “sinóptico”, (3) un cristianismo paulino y (4) un cristianismo joánico. Hay una rica diversidad. Del judeo cristianismo(1) viene Santiago (y los falsos hermanos), los evangelios judeo-cristianos. De los sinópticos (2), surgen de Palestina los relatos de la pasión (y resurrección), Q y de Antioquía Mc, Mt, Lc. De la tradición paulina (3) surgen las deutero-paulinas (Col, Ef), el post paulinismo, los Hechos de Pablo y Tecla. De la tradición joánica (4) el evangelio y las cartas y escritos disidentes.
Es una etapa proto-ortodoxa en la que los diferentes “cristianismos” se van acercando y reconociendo mutuamente; es etapa de acogimiento, lo que implica mutuo reconocimiento.
La tercera generación del judeo-cristianismo deviene un radicalismo moral. De los disidentes joánicos el gnosticismo (que es muy especulativo). Ambos son para conventículos radicalizados, no paralos sarkikoi sino para los pneumatikoi.
La cuarta generación: Ya Ireneo habla de los 4 Evangelios, ya tenemos los textos cristianos, ya hay un cristianismo teológica y sociológicamente diferenciado del judaísmo (Ireneo, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Marción).
Un intento de recuperar la tradición de Jesús, por eso los evangelios van en primer lugar. Los evangelios son síntesis de teologías diferentes. También hay grupos de 2puros”, tentación habitual en los movimientos de renovación en la Iglesia. También hay virtudes y riesgos en la Iglesia; hay amplitud y capacidad de acogida, de acomodación, es popular. Es un riesgo que la encarnación sea vulgarización. Los cátaros y los gnósticos no se encarnan: se van olvidando elementos que eran adelantados para su tiempo (por ejemplo, el lugar de la mujer), un punto demasiado radical. ¿Leemos a Pablo desde las pastorales o a las pastorales desde las cartas auténticas de Pablo? “El NT no lo fundamenta la unidad de la Iglesia sino la diferencia de las confesiones” (E. Käsemann).